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Inspirado por el review recientemente publicado por Chrono (en inglés aquí: DT1990 Pro Review) sobre los DT1990 Pro, y muchas de las opiniones sobre estos auriculares, me he tomado un rato para poner en perspectiva mis opiniones en relación a los DT1990 y cómo los utilizo.
Tengo los Beyerdynamic DT1990 desde hace unos 18 meses y, junto con los Sennheiser HD6XX, se han convertido en mi punto de referencia en cuanto a auriculares de tipo diadema, no porque sean perfectos, sino porque son los que más utilizo.
El perfil de sonido de estos dos auriculares, junto con sus puntos fuertes y flojos, son totalmente diferentes entres sí, así que no voy a entrar en comparaciones entre ellos, voy a enfocarme en lo que pienso sobre los DT1990 y las circunstancias en las que utilizo estos auriculares.
Déjame empezar diciendo que mi experiencia en el mundo del audio ha sido bastante extenso, sin embargo no ha sido muy relacionado a los auriculares hasta hace más bien poco, cuando unos cambios personales me hicieron mudarme a los auriculares. El audio ha sido mi trabajo desde hace más de 20 años y mi hobby durante bastante más. Empecé como vocalista (no creo que pueda decir cantante porque era hip-hop), subiéndome a un escenario por primera vez con 16 años, aunque recuerdo recibir mi primer sistema “HiFi” con tan solo unos 6 años (aunque ahora no sería considerado nada remotamente cerca de HiFi).
Durante los años he trabajado mayormente en instalaciones de sistemas grandes de audio en teatros y otros lugares de espectáculos, junto con trabajar en directos, en estudios y en otros sistemas más pequeños. A la misma vez, fuera de mi trabajo, estuve actuando sobre escenarios hasta hace unos 5 años cuando decidí que necesitaba dormir más, habiendo pasado de vocalista (o hablador rápido) a bajista durante ese tiempo, con algunos años de DJ entre medio.
Por qué me estoy enrollando tanto con esto? Pues porque creo que es importante poner en contexto que mi historia en el mundo del audio has sido mucho más relacionado con los directos y estudios que con la relajación y disfrute de la música del consumidor. Es cierto que he sido un apasionado de escuchar música desde muy pequeño pero mis compras relacionadas con el audio han sido más en el ámbito de equipos como herramientas que como disfrute personal. Por ejemplo, hasta hace unos años, mi sistema de sonido en casa era un sistema PA de 10.000W que montaba en el patio (claro, entonces no tenía vecinos!).
Bueno, a los auriculares… finalmente!
Hace mucho tiempo desde que recibí y abrí los DT1990, así que no puedo compartir unas primeras impresiones. Puedo decir que venían bien empaquetados, con una buenas selección de accesorios útiles (como funda de transporte, 2 cables, 2 juegos de almohadillas etc.), en una caja simple pero muy práctica.
Los dos cables incluidos son uno recto y el otro en espiral. Aunque seguramente esté en la minoría, me gustan los cable en espiral, especialmente en estudios, porque evitan muchos momentos de “ups” cuando te giras o te mueves para tocar algo.
La funda, de nuevo, es muy práctica. No solo tiene espacio para los auriculares, si no que también tiene un hueco para las almohadillas que no estés utilizando y un compartimiento para el cable y conector etc. Esto es muy útil para tener todo guardado junto, y mientras no diría que son unos auriculares portátiles, hace que sea fácil coger todo y llevartelo cuando vas al estudio de un amigo o algo parecido.
En cuanto a construcción, los DT1990 son unos auriculares que parecen ser fabricados para el abuso. No los he abusado personalmente pero no son auriculares que tendría miedo de prestar a cualquier persona para su uso, creo que tendrías que esforzarte para romperlos. Están hechos casi totalmente de metal, teniendo que fijarte mucho para encontrar cualquier trozo de plástico, y tienen bastante peso debido a esto. Aún así, están bien equilibrados en cuanto a confort y el peso no es algo que se note, al menos en mi caso.
Sonido…
Aquí es donde quizás me desvíe en comparación con otros reviews sobre estos auriculares. Esto es principalmente porque los veo desde el punto de vista de “herramienta” más que como disfrute (aunque sí disfruto jugando con la música). Ahora explicaré más sobre esto pero antes voy a compartir lo que yo opino sobre su sonido…
Como he dicho, vienen con dos juegos de almohadillas, las “Analíticas” y las “Balanceadas”. No voy a comentar las diferencias de sonido entre las dos debido a que hace mucho tiempo desde que escuché las “Balanceadas”. Cuando recibí los DT1990 al principio, estuve un tiempo probando los dos juegos y me decidí por las “Analíticas”, utilizandolas desde entonces.
En cuanto a graves, los encuentro muy limpios y detallados. Se extienden bastante bien hacia la parte baja del espectro, quizás no hasta el punto de retumbar, pero a la misma vez consiguen mantener esos graves claros y bien definidos. Sobreponiendo diferentes capas de pistas graves, puedo localizar y editar bien cada capa. Sin embargo, si acabo añadiendo demasiadas capas en estas frecuencias, puedo acabar con algo borroso, perdiendo esa definición.
Dicho esto, cuando paso estas mismas pistas a un sistema de altavoces con muchos graves (siendo sinceros, como la mayoría de sistemas actuales de las personas normales), no he encontrado que estos sistemas definan estas frecuencias mejor en ningún caso, desde luego que no limpian el caos que he creado ni hacen que suene mejor que en los DT1990.
Pasando a los medios, encuentro que los medios son bastante neutrales y precisos, excepto por una pequeña elevación donde los graves se transforman en medios. Esto es algo que he encontrado ser de mi agrado, siempre que no sea demasiado exagerado (y que el timbre en general sea bueno), porque ayuda a que los instrumentos acústicos de cuerda tengan vida, como en el caso de bajos y guitarras acústicas. Encuentro que las frecuencias entre 100Hz y 300Hz son donde enfoco la mayoría de mi atención cuando estoy tocando o grabando, mayormente porque en estas frecuencias es donde se encuentran las primeras armónicas de las notas del bajo, y son la zona donde más se distinguen (normalmente).
No tengo problemas para seguir las líneas más complejas del bajo, incluso en los pasajes más cargados, haciendo que sea fácil notar los fallos (lo cual no es siempre bueno ;) )
Durante el resto de los medios, los encuentro bastante neutros, quizás con una pequeña elevación donde los medios pasan a los agudos, pero es muy pequeño y no siempre se nota al no ser que haya algo específico que esté pasando justo en esa frecuencia.
Pasando a los agudo infames…
Aquí es donde le caen palos a Beyerdynamic por todos los lados. Probablemente justificados en muchos casos, pero de nuevo, es una cuestión de perspectiva.
En cuanto a respuesta de frecuencias, cualquiera que haya escuchado el nombre DT1990 ya sabrá que tienen un pico a los 8.5kHz. Este pico le afectará a unos más que a otros, sin embargo, no se puede negar que existe y que es bastante grande.
En comparación con otros auriculares Beyerdynamic, no es tan exagerado en los DT1990 Pro como en otros modelos. No he pasado periodos tan extensivos con sus otros modelos, pero es algo que resalta en cualquier prueba o escucha, por muy breve que sea. Pero porque no sea tan malo, no lo hace bueno, ni mucho menos. Este pico causa sibilancia en las partes que son brillantes por naturaleza, haciendo que las “eses” sean muy incómodas a veces. En canciones como “Only Time” de Enya o “Hope Is A Dangerous Thing” de Lana Del Rey, puede eliminar todo el disfrute de la canción, eso es sin ni siquiera considerar canciones como “China In Your Hands” de T’Pau, que puede ser una tortura.
Hay personas que dicen que en realidad les gustan los agudos de Beyerdynamic, mientras que otros opinan que estas personas están locas, sordas, o ambas cosas. Lo único que puedo decir es que para gustos, colores. Si a alguién le gusta ese pico pues entonces creo que los DT1990 Pro son probablemente la mejor opción que existe en su rango de precios.
En mi caso, tengo que dividir claramente entre placer y trabajo. Cuando estoy escuchando música por placer, tengo un preset en Foobar que es simplemente una reducción de 8dB a los 8.5kHz. Esto es debido a que, cuando estoy escuchando música, soy más de ecualizar cada pista o disco a mi gusto (hay veces cuando me apetecen más graves, otros menos etc.), así que esa reducción a los 8.5kHz es solamente un punto de partida. Para aclarar, cuando escucho por placer, estoy escuchando por mi propio disfrute, así que lo de “como el artista lo quiso” toma un segundo plano (si quieres saber más sobre mi opiniones sobre EQ, puedes leer este post: Ecualización... bueno o malo?)
Cuando utilizo los DT1990 como herramienta para trabajar (digo trabajar pero mis mezclas y editaciones están hechas hoy en día puramente por placer, solo quiere diferenciar bien entre los dos usos que le doy al DT1990), mi enfoque es diferente y no añado ninguna ecualización específica para los auriculares. He dicho en el pasado que es posible mezclar música con cualquier auricular o altavoces (dentro de ciertos límites) siempre y cuando dediques tiempo a conocer y entender lo que estás utilizando. Antes de mudarme a los DT1990, estaba utilizando los AT-M40X para mezclar en casa, y como los había utilizado tanto, sabía exactamente cómo se trasladaba el resultado a otros sistemas. Lo mismo sucede con los DT1990, que he utilizado durante un largo periodo hasta ahora, no necesito compensar los agudos para saber cómo se escuchará en otros sistemas, se ha convertido en algo automático y forma parte de mi rutina. Básicamente, si consigo que el sonido esté casi al punto de sibilancia en los DT1990, entonces lo encuentro más o menos adecuado en otros sistemas (al menos los que pruebo).
Chrono mencionó en su review que hay dos puntos de vista en cuanto a los DT1990, uno es que son “altamente detallados” y otro es que dan “una falsa sensación de detalle”. En mi opinión personal, y recuerda que lo estoy viendo desde punto de vista de “herramienta”, el DT1990 no inventa detalle, para que puedas encontrar algo con estos auriculares ese "algo" tiene que existir. Sin embargo, debido al pico del que estamos hablando, creo que el DT1990 mueve el enfoque a un punto diferente del espectro, realzando (quizás demasiado) ese rango de frecuencias haciendo que suene “mal” para los que escuchan por placer, mientras, a la misma vez, quizás facilite el trabajo a alguién que está trabajando en la producción de audio. Ese rango en torno a los 8.5kHz es justo en el centro de donde aparece la sibilancia en las voces, algo que es demasiado fácil ignorar si el sistema de monitorización que utilizas no cubre bien esas frecuencias. Personalmente, prefiero quitar demasiado en ese aspecto que demasiado poco (siempre dentro de ciertos límites claro).
Otros aspectos…
La escena de los DT1990 es amplia, sin ser exagerada. Dan la sensación de que tienes altavoces hacia los lados, sin embargo, nunca da la sensación de estar en primera fila delante de un gran escenario con los altavoces muy hacia los lados. En cuanto a imagen, de nuevo, noto que puedo colocar bien los instrumentos pero sin tener la sensación de estar entre ellos, siempre tengo la sensación de estar escuchándolos a través de unos altavoces, o sea, nunca me encuentro inmerso en la música a mi alrededor. Nunca pierdo la sensación de estar sentado delante de la música que se está reproduciendo.
En cuanto al timbre de los instrumentos, lo encuentro muy realista en 99% de los casos. El 1% restante se da cuando el instrumento en cuestión tiene algo específico que sucede en ese rango donde los medios pasan a los agudos.
Conclusiones…
El DT1990 Pro no es un auricular que recomendaría para que alguién que se sienta a escuchar y disfrutar de la música, pare ese caso, disfruté mucho más del Hifiman Sundara, el cuál tiene los mismo detalles pero presentados de otro modo (podéis leer mi review sobre el Sundara aquí: Review - Hifiman Sundara)
El DT1990 es más orientado hacia el enfoque. No invita a echarse hacia atrás y relajarte, te mantiene recto y enfocado en pensar sobre lo que está sucediendo. Esto puede resultar muy fatigoso si no es algo que quieres hacer en ese momento.
Mientras que con otros auriculares (como el Sundara o el HD6XX) dan la sensación de estar escuchando a través de unos buenos altavoces HiFi, con el DT1990 Pro es como estar escuchando a través de unos monitores de estudio muy detallados en una sala bien tratada. Durante los años, la mayor parte de mi experiencia ha sido con Genelec como monitores y Meyer Sound como sistemas en directo, ambos siendo demasiado presentes en agudos si no se usan adecuadamente, sobre todo Meyer, convirtiéndose en mis preferidos. No digo que los DT1990 son equivalentes a tener 10.000€ de monitores Genelec en un estudio perfectamente tratado, pero sí puedo decir que son algo que me dejan saber exactamente cómo sonará esa música a través de los Genelec.
Una gran parte de esto se debe al conocer tanto los auriculares como los altavoces, saber cómo algo se traducirá de un sistema a otro es como aprender otro idioma, hay una gran diferencia entre hablar otro idioma, ser fluido en otro idioma y ser bilingüe. Yo diría que los DT1990 se colocan en la categoría de fluidos sin llegar a ser bilingües.
No son perfectos como monitores de estudio pero son una opción de muy buena calidad, y vamos a ser sinceros, muchos de los monitores más usados de la historia estaban muy lejos de ser perfectos, con algunos que eran bastante terribles para escuchar música (te miro a tí Yamaha NS-10), pero aún así se utilizaron para crear música increíble. Yo colocaría a los DT1990 muy por encima de la mayor parte de opciones que estaban disponibles en el estudio hasta hace unos 10 años (incluyendo monitores), al no ser que tuvieras decenas de miles de euros para invertir en monitores y tratamiento acústico.
Para escuchar musica y disfrutar, no estarían en mi lista de recomendaciones, y mientras son los auriculares que más utilizo, no son los que escojo cuando me siento a escuchar música y relajarme.
SenyorC