Español | English
Preámbulo...
Antes de empezar con la review, me gustaría decir que esta review puede ser sujeta a una pequeña falta de imparcialidad por mi parte. Espero que no sea el caso, siempre intento ser lo más imparcial posible, pero los Ananda son unos auriculares que llevan en mi radar desde hace bastante, desde que hice la reseña de los Sundara para ser exacto.
Me gustaron mucho los Sundara y he estado a punto de comprarlos en múltiples ocasiones, solo frenado por el hecho de que los Ananda me llamaban más la atención que los Sundara, al menos sobre papel y en fotos. Ahora que finalmente he tenido posibilidad de probar ambos, ya tengo una decisión, pero ahora iremos con eso.
Así que, igual que tenéis que considerar el hecho de que no me ha costado dinero probar los Ananda, también hay que considerar que son unos auriculares que quería (y esperaba) que me gustaran.
Con eso dicho y abierto a la interpretación libre de cada uno, vamos con la review.
Intro…
Los Ananda no son un modelo nuevo, llevan en venta varios años, y he leído muchas reviews sobre ellos. Normalmente intento no ver ni leer reviews de los productos que no conozco (o conozco poco) y voy a reseñar, intentando limitar mis expectativas de un producto. En este caso, ya he visto muchas reseñas positivas y muchas mediciones, así que no entraba en esto sin saber a dónde me metía.
Los Ananda son unos auriculares abiertos planar-magnéticos, con una impedancia de 25 Ohmios y una sensibilidad de 103dB. Sobre papel, estos deberían ser unos auriculares fáciles de alimentar, sin embargo, me he encontrado con que les gusta bastante potencia para que cobren vida. Dicho esto, los he estado utilizando con amplificadores como el Atom, el Heresy y el NEO iDSD, resultando que todos los movían bien. Sí que tenía que llevar al NEO iDSD a unos niveles bastante altos con su salida no balanceada pero aún así era más que suficiente para mis necesidades.
Hay muchas mediciones de estos auriculares en la web, dando una idea de lo que se puede esperar de los Ananda, pero lo que viene a continuación son mis opiniones subjetivas, cualquier cosa que coincida con mediciones podría ser pura casualidad…
Presentación…
La presentación de los Hifiman Ananda es una que está al nivel del precio que pagas. Llegan en una caja preciosa recubierta de piel, dentro de una funda de cartón, que se abre para revelar los auriculares en una forma recortada a medida y recubierta de seda. En el centro encontramos un tapa de espuma que esconde el resto de los contenidos.
El resto de contenidos son un manual de usuario, o más bien una bonita guía escrita con especificaciones e información sobre los auriculares y la empresa, un cable que termina en un conector de 90º 3.5mm TRS, otro cable terminado en un conector TRS de 6.35mm y un adaptador 3.5mm a 6.35mm.
Después de haber tenido los Ananda BT también, la funda incluida con los BT sería una adición genial a los contenidos de los Ananda, o algo parecido. Sé que los Ananda no son portátiles pero una solución para almacenarlos cuando no están en uso y que sea un poco más pequeña que la caja sería genial.
Construcción y estética...
Como siempre, la estética es algo muy personal y yo soy un gran fan de los Ananda. Las copas alargadas, la rejilla, la banda de piel (o piel de imitación), todo se junta para presentar un acabado que realmente me gusta. De los modelos Hifiman, en cuanto a estética, mis favoritos son los Susvara pero los Ananda no se quedan muy atrás. Creo que tienen un estilo “Hi-Fi Industrial” que encaja bien con mi estilo.
La calidad de construcción no es algo que me dé la impresión de tener problemas, al menos en cuanto a montaje y los materiales utilizados, pero solo tengo estos auriculares poco tiempo y los he cuidado bastante bien, no estoy seguro de que aguanten muchos abusos. En mi experiencia personal con Hifiman, no puedo hablar ni a favor ni en contra de su calidad de construcción.
Una cosa que sí sé que se ha convertido en problema para otros es la falta de giro en las copas. En mi caso, los Ananda me vienen bien, así que no puedo quejarme para nada. Como siempre, el confort personal es exactamente eso, personal.
El lado negativo en este apartado de la review son los cables incluidos. Utilizan conectores decentes, parecen bien fabricados y funcionan sin problema, pero… no son ni bonitos ni agradables al tacto. Los cables internos están rodeados de un tubo transparente que me recuerda a un tubo termoretráctil que no se ha retraído lo suficiente. Los cables tienden a plegarse en vez de curvarse y no son fáciles de manejar. De nuevo, cumplen su función, pero hay muchos cables que prefiero ver incluidos con unos auriculares de 1000€.
Sonido…
A ver, por donde empiezo sin parecer un vendedor de Hifiman?
Voy a ver si lo puedo poner en contexto… Mientras que he estado experimentando en el mundo de los auriculares desde hace unos años, mi experiencia con audio ha sido casi todo basado en el sonido en directo o al menos salas enfocadas al directo (en las cuales incluyo salas con DJ, no siempre músicos en vivo), con algunos estudios por el camino. Eso significa que durante casi toda mi vida, los altavoces han sido mi fuente de música, algunos muy buenos y otros muy malos. Menos escuchar sistemas de otros, tengo muy poca experiencia con audio fuera del directo y los estudios.
Cuando pasas tiempo involucrado con algo específico, te acostumbras a él y se convierte en lo que reconoces como “normal”. Si pasas 20 años escuchando el perfil de los HD600, todo lo demás sonará extraño (da igual que sea mejor o peor). Estos años en una zona específica del audio me ha llevado a amar el sonido limpio y detallado. No soy fan de los graves exagerados, a no ser que la canción los necesite, y no siempre soy fan del sonido “cálido”, aunque si que prefiero ese perfil a veces para relajarme.
Durante los años he llegado a ser gran fan del sonido de los Genelec y Meyer Sound, aunque también hay otras marcas en mi lista de preferidas. Estos altavoces de PA y monitores de estudio no son los más caros, aunque tampoco son baratos, y hay un montón de altavoces “Hi-Fi” que añadirían un cero más a su precio. No tengo duda de que esos altavoces sean mejores (o peores) pero lo que le puedo sacar a los Meyer y Genelec es suficiente para que yo esté feliz. Supongo que se podría decir que son mi “endgame” (fin del juego) pero creo que ese término no existe cuando eres alguien a quien le gusta probar cosas nuevas. Y solo porque sean mi “endgame” en cuanto a sonido, no son aptos para todas las situaciones.
Así que, todo eso ha sido solamente para poner en contexto lo que voy a decir a continuación. Los Hifiman Ananda son mi Genelec/Meyer Sound de los auriculares.
Ya avisé de que entraba a esta reseña con una falta de imparcialidad pero desde el momento en el que me puse los Ananda por primera vez ya me tenían en el bolsillo.
Pero bueno, ya vale de cháchara y chorreo, voy a intentar separar esta review en secciones como siempre...
Empezando desde lo más bajo, los sub-graves están más presentes de lo que me esperaba. Mirando las mediciones, esperaba que la caída en sub-graves fuera bastante notable pero no lo es, al menos en la música que no necesita esos 30Hz exagerados. Por ejemplo, canciones de mi lista de pruebas que enfocan sus notas más graves entre los 40 a 50Hz, como “Bury a Friend” de Billie Eilish o “I Fink You Freeky” de Die Antwoord, tienen suficientes graves (en mi opinión). Canciones que tienen golpes bajos entre los 30 a 40Hz si que muestran esa caída en presencia (siendo “No Mercy” mi ejemplo habitual).
Dejando las regiones más bajas para enfocarnos en el resto de los graves, estos suenan geniales. Como he dicho en otras ocasiones, como bajista, mi atención se enfoca automáticamente en los graves altos y los medios bajos. Los Ananda presentan estas frecuencias con un equilibrio genial y suficientes detalles para poder enfocarnos en el instrumento que nos plazca. Hay una infinidad de canciones que podría nombrar y que me han encantado en esas regiones.
Cuando llegamos a los medios graves, que probablemente es la parte más importante para mí, la transición es perfecta, en mi opinión claro está. Los instrumentos, ya sean eléctricos o acústicos, tienen una calidez y cuerpo maravilloso, sin llegar a convertir el sonido general en cálido. A veces, cuando estoy pasando por mi lista de canciones de prueba, algo resalta y me hace escucharlo una y otra vez, eso ha sucedido muchas veces con los Ananda. Por ejemplo, la intro de la canción “All Your Love Turned to Passion” de Sara K., el cuerpo y la calidez de la guitarra es genial pero no afecta el reverb y la tonalidad general de la intro.
Pasando por el centro de los medios, no hay caída, nada se coloca en segunda fila, y mientras que eso puede ser molesto en algunos auriculares, los Ananda mantienen la calma y no te dan la sensación de que te están lanzando los medios a la cara. Las voces son suaves pero sin ninguna falta de detalle. Escuchando canciones a capella con múltiples voces, te permite fijarte en pequeños detalles de cada voz individual incluso cuando están armonizando entre ellas. Canciones como “Down To The River To Pray” de Alison Kraus o “These Bones” son impresionantes, individualizando cada voz fácilmente. De hecho, he pasado un tiempo escuchando coros (de muchas voces) y los detalles y distinción entre voces son una experiencia memorable.
Los medios altos están igual de presentes aunque no existe esa caída justo detrás de los 3kHZ como en tantos otros auriculares. Normalmente, si los 3kHz son seguidos de otro pico, o si no hay ninguna caída (aunque leve), me dejan con la impresión de brusquedad. Esto fue el caso con los Ananda BT, por ejemplo. En este caso, aunque el gráfico muestra que los Ananda no caen detrás de los 3kHz, solamente baja suavemente (con una leve caída sobre los 5kHz), no me dan la sensación de ser para nada bruscos.
En las frecuencias altas, las cosas no se tuercen, La sibilancia no es un problema, aunque si son unos auriculares muy claros, por lo cual, si la grabación es sibilante, los Ananda no lo van a esconder. Mis canciones habituales para probar sibilancia, que he nombrado muchas veces, se pueden escuchar perfectamente, sin la sensación de que la sibilancia esté más (o menos) presente que lo debido. Mis escuchas subjetivas me han llevado a la conclusión de que, si existe exceso de agudos, está por encima de mi capacidad auditiva antes de ponerse incómodo. De hecho, en cuanto a “aire” y “brillo” allí arriba, no tengo ninguna queja (que es raro para mi).
Durante todo esto, los detalles, velocidad y dinámica de los auriculares no decepcionan en ninguna frecuencia. Da igual la música que le lance a estos auriculares, me responden con “aquí lo tienes… siguiente.”. Incluso en los sub-graves, llegando tan abajo como los 30Hz, los Ananda no sufren, incluso con ecualización, simplemente hacen su trabajo.
Y esa es otra cosa que me gustaría mencionar, ecualización. Hay muchas veces en las que la EQ puede solucionar un problema con los auriculares pero en el caso de los Ananda, olvídate de los auriculares y arregla la música. Con esto, no me refiero a que los Ananda con EQ puedan arreglar música mal grabada (es más, hacen que malas grabaciones suenen aún peor) pero sí que se adaptan muy bien a la EQ y permiten que unos pequeños retoques pueden hacer que una canción (bien grabada) que no es de tu agrado pueda serlo, sin preocuparte por pérdida de detalles.
Una última cosa que se debe mencionar es la anchura de escena y la colocación de imágenes. Como es el caso con los Ananda BT, son unos auriculares muy anchos. Presentan anchura de sobra y no son para nada “íntimos”. No creo que sean tan anchos como el modelo BT, o al menos no me dan la impresión de ser demasiado anchos como era el caso a veces con los BT, pero desde luego que es una experiencia de primera o segunda fila, con los altavoces muy a tu izquierda y derecha.
Dentro de esta escena, la colocación de imágenes está muy bien definida, tanto colocación como en lo que yo explicaría como capas. Es fácil localizar tanto la posición de instrumentos y sonidos en su espacio como también otras imágenes que están sucediendo en la misma posición delante o detrás de dichos sonidos.
Conclusión...
Creo que llegados a este punto ya he dejado claro que soy fan de los Hifiman Ananda y voy a hacer referencia a mi comentario anterior diciendo que son mis “Meyer Sound” de los auriculares. No tengo duda de que hay otros auriculares que son sobresalientes en puntos específicos, o que simplemente son (un poco) mejores que los Ananda, pero conforme subimos en precio, las diferencias son cada vez menos y las preferencias personales más importantes.
Mi viaje planar-magnético empezó con los Sundara hace un par de años, los cuales me gustaron mucho y siguen siendo una recomendación muy alta para los que buscan unos auriculares sub 500€. Encuentro que los Adanda lo llevan un pasito más y ese pasito es suficiente para que no sienta que falte nada, al menos en las situaciones en las que utilizaría los Ananda.
Digo “situaciones en las que utilizaría los Ananda” porque no son unos auriculares que hayan sido diseñados para todas la situaciones, o al menos yo no los veo así. Son unos auriculares muy grandes, muy abiertos y bastante delicados que no se han fabricado para la portabilidad ni para utilizarlos en lugares con sonido ambiente etc. Yo vivo en un piso con un niño pequeño, lo cual significa que durante el día (o mejor dicho, en cualquier momento que mi hijo esté despierto, sea día o noche), no disfruto de su calidad como lo hago en una sesión dedicada de escucha, en un lugar tranquilo.
Personalmente no comparto oficina pero cualquiera que lo haga tendría que buscar otra solución (o compañeros muy comprensivos) porque, incluso a niveles muy bajos, se oyen bastante. Viajar y utilizar transporte público también se descartan obviamente, al no ser que te de igual escuchar a todos y que todos te escuchen.
Mi situación para disfrutar de los Ananda tiene que ser en casa, cuando puedo sentarme en un lugar silencioso y perderme en la música. Hay veces cuando prefiero un perfil más cálido o algo más enfocado en los graves etc., eso depende de mi estado de ánimo, pero los Ananda son algo que creo que van a formar una parte muy importante de mis sistemas de auriculares.
Al principio del apartado de sonido de esta review (aunque esto ya se ha convertido en algo tan largo que debería llamarlos “capítulos”), mencioné el término “endgame” (fin de juego). Solo quiero aclarar que “endgame” es algo que depende de cada persona pero, para mi, significa que has encontrado algo que no necesitas mejorar. En mi caso, los detalles y la definición de los Ananda son suficientes para que no tenga que buscar nada mejor, pero es personal y sólo relevante a mi mismo. Tampoco significa que no siga buscando de todas maneras!
Bueno, creo que esto ya es suficientemente largo para algo que se supone que es una review. Creo que me he liado a hablar (o escribir) y que seguramente sea debido a esta Luna de Miel que estoy pasando con los Ananda. Solo espero que esta Luna de Miel sea el principio de un matrimonio largo y feliz.