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No tengo ni idea de quién es Tiandirenhe, es más, tengo problemas para recordar el nombre sin mirarlo, pero los encontré mientras ojeaba Aliexpress y me gustó la estética de estos IEMs así que decidí probarlos, que por 15€ merecen la pena aunque solo sea por estética.
No sabía ni el modelo de estos IEMs y no se menciona ni en la página ni en los IEMs que me llegaron, así que le envié un mensaje al vendedor quien me dijo que son los Tiandirenhe TD02. Al menos ahora sé que son.
Presentación...
Los IEMs estaban disponibles con o sin cable, lo cual parece ser algo más común últimamente, y visto que tengo más cables de los que jamás voy a necesitar, opté por la versión sin cables.
Los IEMs aparecieron en un sobre acolchado y se encontraban dentro de una funda semi-rígida junto con una bolsa de puntas de silicona de varios tamaños y una pequeña caja rígida que contenía unas puntas de doble flange y unos de espuma (en rojo y azul).
Construcción y estética...
Me gusta mucho la estética de los TD02, con un cuerpo de resina transparente y una parte tintada, azul en la izquierda y rojo en la derecha, mostrando la marca Tiandirenhe en dorado. La verdad es que tienen pinta de costar más de 15€.
Los IEMs también parecen estar bien fabricados, en cuanto a unos IEMs de resina sólida, sin fallos obvios ni partes afiladas. Son cómodos de llevar y mi única queja serían los conectores MMCX.
Mi queja no es porque hay algún problema con los conectores, parecen de una calidad decente y el cable NiceHCK que estoy utilizando encaja bien, solo que tengo dudas sobre los MMCX después de tener problemas en el pasado.
Sonido...
Voy a decir directamente que estoy felizmente sorprendido con el sonido de los TD02. No sabía qué esperar pero lo que he recibido no es para quejarse a este precio.
Los IEMs utilizan un solo driver dinámico dentro de una cámara de cobre. No sé si esto es algo que beneficia mucho al driver pero es lo único que promocionan en su página, no hay ni mención del tamaño del driver etc.
En los subgraves, hay una extensión bastante decente, haciendo que se aprecien los 30Hz aunque hay un poco de caída después de los 40Hz. Esto significa que canciones que presentan cantidades decentes de subgraves, como “Chameleon” de Trentemoller, no pecan de ausencia en este rango.
En los rangos de graves generales, se presentan bien y no están exagerados de más, dando una buena presencia sin parecer hinchados. El driver dinámico también hace un trabajo decente controlando los golpes bajos, dejando que la música suene natural con instrumentos reales pero con suficiente potencia para electrónica. Me han gustado los graves de los TD02 con muchos tipos de música, desde “Ambitionz az a Ridah” de Tupac hasta “No Sanctuary Here” de Marian Herzog y Chris Jones. Probablemente no sea suficiente para los amantes de los graves exagerados pero hay suficiente para mis gustos.
Los medios bajos tienen suficiente calidez para que los instrumentos acústicos suenan naturales, como la guitarra de Johnny Cash en “Hurt” pero no sufren realmente de sangrado desde los graves. No es la transición más limpia posible desde los graves a los medios bajos pero no es algo que resalta como problema al no ser que me fije a propósito.
Los medios no dan la sensación de estar echados hacia atrás, dejando que las notas raíces de la voces, tanto masculinas como femeninas, estén suficientemente presentes. Hay una pequeña caída en el centro de los medios pero, al igual que la transición de los graves a los medios bajos, sólo es aparente cuando uno lo busca.
Las voces no se presentan como bruscas, haciéndome creer que la pequeña elevación sobre los 3kHz no es exagerado. De hecho, creo que las voces podrían ser algo más claras en su parte alta, son un poco suaves de más para mis gustos. Esto evita que los IEMs sean bruscos en todos estos rangos. Incluso las voces más bruscas, como Beth en “Don’t You Worry Child”, están suavizadas hasta el punto de no ser ofensivas.
Al subirnos a los rangos más altos, hay un pequeño toque de sibilancia en canciones como “Code Cool” o “Hope is a Dangerous Thing”. No eliminan la sibilancia pero tampoco la exageran como tantos otros IEMs en este rango de precios.
Si tuviera que quejarme, que no es obligatorio pero suelo hacerlo, sería sobre los agudos y la falta de extensión. Tienen la típica caída de driver dinámico individual y se beneficiarían de algo más de aire en las partes más altas pero, de nuevo, no es terrible.
En cuanto a detalles, no son unos IEMs con detalles increíbles pero tampoco suenan borrosos ni fuera de control, incluso con canciones más movidas como “The Room” de Ostura. No te van a presentar la cantidad de detalles encontrados en IEMs de rangos más altos o híbridos pero sí que tienen suficientes para disfrutar de la música.
La anchura es algo más que en la mayoría de IEMs económicos pero sigue sin ser mucho más que la media. La colocación de imágenes dentro de la escena es decente, no es milimétrico pero es suficiente para disfrutar de grabaciones binaurales y para apreciar los desplazamientos en canciones como “Bubbles” de Yosi Horikawa.
Conclusión...
Volviendo al hecho de que estos IEMs cuestan 15€ (eso sí, sin cable), estoy bastante impresionado. Tienen un toque cálido que no está exagerado en los graves y aunque sí les falta algo de presencia en los agudos para mis gustos, disfruto de ellos.
No optaría por estos IEMs para sentarme y diseccionar una canción, sin embargo, para la escucha general, creo que están por encima de muchos de sus competidores en el rango sub-50€. No los pondría como rivales de algunos de mis favoritos sub-50€, como los Tin T2+ ni los DQ6 o ZAX (que ahora se pueden encontrar sobre los 50€) pero no me quejaría si tuviera que utilizarlos a diario para escuchar música mientras hago otras tareas.
De nuevo, por 15€, sin duda merecen su precio.