Review - Koss KPH30i (sub 50€)

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Review disponible en YouTube: Ep.69 - Koss KPH30i

Intro…

No hay ninguna falta en cuanto a opiniones y reviews de los KPH30i disponibles visto que estos auriculares salieron a la venta allá por el 2017, sin embargo, eso no me detuvo a la hora de reseñar los PortaPro y KSC75 que fueron lanzados hace décadas.

Los PortaPro y los KSC75 son mis auriculares más usados, no porque sean los mejores que tenga, es porque son tan fáciles de coger y suenan tan bien que se han convertido en los únicos auriculares que siempre tengo al alcance de la mano, listos para escuchar, 24/7.

En la oficina, los PortaPro están conectados permanentemente a un Apple Dongle DAC, siendo mis auriculares preestablecidos para las llamadas largas y que también ven bastante uso para escuchar música entre llamadas. Aunque tenga disponible otras alternativas y un sistema sobremesa a mi lado, encuentro que son los auriculares que más uso les doy por encima de cualquier otro auricular en el trabajo.

En mi casa, los KSC75 (con una diadema PortaPro) viven al lado de mi mesa conectados al 789 o Asgard 3. Cuando me siento a escuchar durante un periodo más largo, normalmente opto por otras alternativas pero debido a que vivo en un lugar con tanto polvo, todos mi auriculares viven en sus fundas o en sus cajas, por lo cual, para escuchar rapidamente contenido del PC, suelo coger los KSC75.

También ayuda el hecho de que son pequeños y ligeros, evitando la acumulación de calor que tengo con mis auriculares circumaurales, escapando de esa sensación de “esponja mojada en la cabeza”.

Así que, viendo que le he sacado tantas horas de diversión de estos dos modelos económicos de Koss y el hecho de que estaban en venta por menos de 30€, no podía dejar escapar la oportunidad de probar el tercer modelo económico con grandes halagos, los KPH30i. Quizás no sea tan aclamado como las otras dos variaciones pero aun así es muy fácil encontrar esos halagos online.


Presentación…

El típico presupuesto Koss está presente de nuevo con los KPH30i. Llegan en una funda de plástico transparente, conteniendo nada más que los auriculares y la tarjeta de garantía, así que realmente no hay mucho que pueda decir en cuanto a presentación.

Básicamente, la presentación es barata (por su puesto) y el empaquetado está destinado a llevar los auriculares desde la tienda hasta tu casa, ser abierto y luego reciclado (espero!).

Construcción y estética...

Como con los otros modelos, la construcción de los KPH30i es barata, utilizando nada más que plástico y una sencilla correa de confort de silicona. He visto gente que prefieren la construcción de estos por encima de los PortaPro pero también he visto muchos casos de rotura de la diadema, así que creo que no va a aguantar muchos abusos, pero por menos de 30€, no va a ser el fin del mundo si se rompen.

El ajuste se hace a través de unas pestañas de plástico que se deslizan en ambos lados de la diadema, siendo realmente difíciles de ajustar con los auriculares puestos pero siendo bastante útiles cuando se ajusta antes de colocarlos en la cabeza. Hay muchos que se quejan de la diadema de los PortaPro porque les arranca cabellos, esto es algo que no me ha molestado personalmente (debido al pelo corto y a que no los ajusto en la cabeza) pero no va a ser un problema con los KPH30i. Personalmente prefiero el sistema de los PP, tanto por ajuste como por el hecho de que se pliegan, algo que los KPH no hacen.

En cuanto a estética, he visto referencias a “auriculares de biblioteca” y la verdad es que veo la similitud (para los jóvenes allí fuera, una biblioteca es un lugar donde acudimos antiguamente a tomar prestado y leer libros antes de que existiera internet ;) ). Desde luego que son auriculares que parecen baratos pero yo tengo un punto debil por esos toques “vieja escuela” que utiliza Koss en algunos de sus modelos y los KPH30i no son una excepción. Opté por la versión en blanco y no tengo problemas con su estética pero es obviamente algo muy personal.

En cuanto a confort, son muy ligeros y los encuentro tan cómodos como los PortaPro, se me olvida que los llevo puestos.



Sonido...

Ahora, antes de entrar en el sonido de los KPH30i, quiero mencionar almohadillas y el cambio de los mismos.

Hay muchos comentarios sobre cambiar las almohadillas de los KPH30i por unos del estilo Grado 1000 o unos Yaxi. Yo tengo instalado almohadillas Yaxi tanto en mis PortaPro como en los KSC75 y estoy de acuerdo en que mejora el sonido global en ambos casos. Con los KPH30i, cambiar las almohadillas es un poco más complejo que en el caso de los otros dos modelos, con una alta posibilidad de destrozar las almohadillas que se quitan, así que, estoy esperando para realizar el cambio hasta después de completar esta review. Probaré las almohadillas estilo Grado pero la verdad es que no creo que sean mi elección debido a que eliminan una de las cosas que más me gusta de los Koss, el hecho de que no son circumaurales y no crean calor. Seguramente acabaré por instalar almohadillas Yaxi pero eso es algo para otro día.

Así que, vamos con el sonido en su formato original...

Primero, igual que en el caso de los otros dos modelos que no dejo de mencionar, estos auriculares no debería sonar tan bien por el precio al que se venden. O sea, no son algo que compite con altas gamas de otros fabricantes (costando 10, 20 o incluso 50 veces más) pero tienen un perfil de sonido más que adecuado para disfrutar de la música sin preocupaciones, simplemente conectarlos, relajarse y disfrutar.

Empezando con los subgraves, no es el punto fuerte de este tipo de auriculares. Mientras que no parece que falten, hay una clara bajada en los registros más bajos debido a la naturaleza de estos auriculares supraurales. Si buscas una elevación de graves con retumbes en lo más bajo, entonces estos auriculares no son para tí.

En los graves medios y graves altos es donde los KPH30i recuperan el terreno perdido en los subgraves. Hay una elevación en esta zona que da la impresión de buen rendimiento (y limpio) en graves, permitiendo que los bajos se presenten de modo agradable y con un tono natural. En “Smooth Operator” de Sade, la parte baja está bien equilibrada y es fácil seguir tanto las líneas del bajo y el ritmo de la batería sin que se mezclen entre ellos demasiado. Digo “demasiado” porque la separación no es excelente, hay muchos auriculares que lo hacen mejor (obviamente más caros), pero es más que suficiente para apreciar y disfrutar de los instrumentos. Lo mismo se puede decir de canciones como “Jack of Speed” de Steely Dan o “Elephants on Ice Skates” de Brian Bromberg. Si nos enfocamos en canciones electrónicas, como “Sun is Shining” de Robin Schulz feat Bob Marley, entonces los graves son aceptables pero siento que les falta para poder disfrutar de la música electrónica. Los golpes graves están pero la falta de subgraves hace que parezcan un poco huecos.

Pasando a los medios graves, hay una pequeña reducción en comparación con la parte baja, pero nada dramático, lo justo para evitar sangrado y mantener los medios graves controlados y definidos, manteniendo intacto esos bajos y notas graves de guitarra. Me gusta toda la presentación de los medios en cuanto a afinado, de hecho, el afinado general de los graves y medios es algo que encuentro placentero. Desde canciones como “Whole Lotta Love” de Led Zeppelin hasta “Back It Up” de Caro Emerald, el afinado está bien equilibrado y no da la sensación de que nada esté demasiado echado hacia delante. En general, los medios son una experiencia agradable que podrían mejorar en cuanto a detalle pero el afinado está muy cerca de mis preferencias.

En las regiones más altas, aquí es donde los KPH30i se desvían en cuanto a mis preferencias. No están del todo al nivel de los agudos encontrados en los KSC75 (mencionaré más sobre comparaciones en solo un momento) aunque siguen siendo placenteros. Evitan la sibilancia bastante bien, como se puede escuchar en mis típicas canciones de prueba como “Code Cool” de Patricia Barber y “Hope Is A Dangerous Thing” de Lana Del Rey, pero no suenan tan natural como deberían allí arriba. A veces encuentro que los instrumentos viento-metálicos tienen un sonido un poco artificial y que pueden reflejar negativamente en los rangos altos de las voces, pero, de nuevo, esto no es terrible, solo que no bien del todo.



Conclusión...

Tengo tres modelos de Koss delante de mí en estos momentos (bueno, cuatro si contamos los KSC75 que tengo aun montados en los clips en vez de diadema) y puedo decir, sin duda alguna, que todos ellos merecen su precio. Pero cual es mejor?

Pues obviamente “mejor” es subjetivo a cada uno y cada persona tendrá una preferencia en cuanto al afinado de cada uno, aunque todos sean muy similares, sí que hay diferencias notables.

En mi lista de preferencia personal, mis favoritos serían los KSC75 montados en la diadema PortaPro, con almohadilla Yaxi. Los KSC75 tienen mejores agudos y más definición que los KPH30i. Los graves están más presentes y tienen mas “golpe” en los KPH30i, lo cual funciona mejor para ciertas canciones y géneros pero en general, prefiero el perfil de los KSC75 y los encuentro más detallados. Sin embargo, hay que tener en consideración que, mientras que me gustan los KSC75 en su formato original, creo que son geniales en el formato que los tengo ahora, lo cual incluye 20€ para los auriculares, 17€ para la diadema PortaPro y 10€ para las almohadillas Yaxi, haciendo un total de 47€. Esto deja un margen muy amplio para instalar las Yaxi en los KPH30i que puede que los mejore lo suficiente para estar más cerca de los KSC75, aunque siento que aún así, el afinado de los KSC75 sería más de mi agrado.

En comparación con los PortaPro, la verdad es que encuentro que prefiero el afinado de los KPH30i. Mientras que me gustan los PortaPor, son unos auriculares un poco oscuros. Incluso se podría decir que tienen algo de “velo” con las almohadillas originales, aunque encuentro que de nuevo los Yaxi mejoran esto. Los KPH30i, incluso con sus almohadillas originales, está un poco más “vivo” y claro que los PortaPro, con golpes más definidos en la parte alta de los graves y los medios bajos, simplemente un poco más limpio en general. Mi uso principal para los PortaPro han sido las llamadas debido al micrófono incorporado que funciona bien (al menos nunca he recibido quejas en el último año o más) y que los disfruto para escuchar música de fondo, pero los KSC75 son mi preferencia para realmente escuchar música. Colocaría a los KPH30i por encima de los PortaPro debido a que su afinado está más o menos entre los KSC y los PP, añadido al hecho de que también tienen micrófono y pueden reemplazar los PortaPro en mi mesa de trabajo. Aunque para viajar, los PortaPro seguirán siendo mi elección debido a que se pueden plegar. Diría que en estos momentos, los PortaPro también tienen más definición/detalle que los KPH30i pero, una vez más, los PP llevan Yaxi y una comparación justa sería después de cambiar almohadillas en los KPH30i.

Así que, después de todo esto, lo único que puedo decir es que cualquiera de los 3 modelos Koss que he mencionado en esta review merecen ser comprados, de hecho, me alegro de tener los 3. Si tenemos en consideración mi inversión total en los modelos ultra-económicos de Koss, seguramente habré gastado unos 130€ (incluyendo almohadillas Yaxi para todos y la diadema PP para los KSC), lo cual me ha dado más horas de uso que cualquier otro auricular de mi colección, incluso los que cuesta 10 veces la suma de los 3.

Si no tienes unos Koss y nunca los has probado, la próxima vez que veas unos en oferta, o incluso a precio normal, dales una oportunidad, puedo garantizar que no van a ser una pérdida de dinero. Incluso acaban por no ser de tu agrado, ¡serán un regalo genial para alguien de tu entorno!

  

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