Español | English
Estos auriculares me han sido enviados para review, muy amablemente, por Keydis, el distribuidor oficial de Sendy Audio, junto con Sivga, en España. Keydis no vende directamente al publico pero aquí dejo un enlace a una página que muestra las tiendas varias que venden estas marcas en España: https://www.keydis.es/comprarsivga.html
Estoy muy agradecido a Keydis por prestarme estos auriculares y, como siempre, dejaré mis opiniones de la manera más honesta e imparcial que me sea posible, pero, como siempre, es bueno considerar el hecho de que no me ha costado nada poder probar estos auriculares.
Intro...
No hace mucho, publiqué la reseña de los Phoenix, unos auriculares de la marca Sivga, que son propiedad de la misma empresa, Sendy Audio. Mientras que Sivga se enfoca más en los modelos de presupuestos más económicos, Sendy Audio son los responsables de los modelos de más alta gama, con los nuevos Peacock siendo su planar magnético TOTL que ha salido a la venta recientemente.
Es mi primera experiencia con Sendy, sin embargo, estos auriculares tienen un precio similar a unos auriculares bastante recomendados en este rango, los Hifiman Arya, unos auriculares con los que sí tengo bastante experiencia. Así que, aunque mi review se enfocará en los Peacock y como rinde en general, haré algunas comparaciones con el Arya al final de la reseña.
Presentación…
Los auriculares llegan en una simple caja marrón, muy similar a la de los Phoenix, con contenidos que también se asimilan pero que están más enfocados en la calidad.
Dentro de la caja encontramos la funda de los auriculares que también es muy similar al incluido con los Phoenix, sin embargo, en esta ocasión es de color marrón, con una cremallera y otros acentos dorados, con el logotipo de Sendy Audio grabado en la parte superior. La funda, mientras que es moldeada a la forma de los auriculares, dispone de 4 patas en la parte inferior permitiendo que se quede de pie, siendo más fácil de almacenar.
Dentro de dicha funda encontramos los auriculares y una bolsa de tela con cordón. La bolsa contiene el cable que se suministra con el Peacock, un cable de dos tonos bien trenzado que termina en un conector balanceado de 4,4mm. Lo bueno es que Sendy también incluye dos cables adaptadores, para convertir el 4.4mm balanceado en un XLR de 4 pines o en un TRS de 6.35mm, para aquellos que quieran usar estos auriculares en modo no balanceado. No incluye opción de 3,5mm, pero es de esperar, ya que estos no son realmente auriculares destinados a ser utilizados de forma portátil.
Construcción y estética...
Empecemos por el cable. Este es un cable trenzado de 8 núcleos, en dos tonos de marrón, con un deslizador de madera y un divisor, también de madera, que tiene grabado Sendy Audio. No estoy seguro de la marca de los conectores pero parecen ser de buena calidad. Los conectores de 4,4 mm (tanto macho como hembra) tienen un protector tipo muelle para proteger de los tirones y, en general, se sienten muy bien. De hecho, diría que el cable es uno de los mejores cables que he recibido con auriculares desde hace bastante tiempo. También quiero decir que, aunque no soy amante de los conectores propietarios en los auriculares, o al menos de los conectores que no son comunes, ya que me gusta hacer mis propios cables, pero los que se usan en el Peacock son muy buenos, son suaves y fáciles de conectar y desconectar. He descubierto que soy bastante fan de ellos.
Pasando a los auriculares... bueno... la verdad es que están hechos para parecer de alta calidad. Tengo que decir que, aunque me encantan los auriculares de madera, en realidad no soy un apasionado de los dorados (no solo en los auriculares, sino en general, tampoco tengo bajos con hardware dorado) y las copas tienen rejillas doradas y negras muy grandes que sin duda destacan. Dicho esto, independientemente de mis gustos personales, no puedo decir que estos auriculares no se vean ni se sientan como auriculares de su rango de precio.
Todo está bien combinado, bien montado, realmente no puedo ver ningún defecto ni en la construcción ni en la estética (de nuevo, ignorando mi opinión sobre el oro). Todo lo que debería ser de metal es de metal, todo lo que debería ser de madera es de madera, e incluso las almohadillas se sienten y se ven de primera calidad (huelen a cuero de verdad, así que supongo que son cuero real, aunque puedo estar equivocado). Lo mismo ocurre con la diadema, que es de metal recubierta de cuero y con costuras amarillas, con una correa de confort, también de cuero y muy bien acolchada.
Los auriculares si que tienen un poco de peso, pero no son lo suficientemente pesados como para ser incómodos, al menos no he notado falta de confort en sesiones largas (y he tenido algunas sesiones largas con estos durante la última semana). De hecho, los encuentro muy cómodos en general, con bonitas aperturas dentro de las copas que son lo suficientemente grandes para mis oídos.
Sonido...
Cuando recibo unos auriculares para reseñar, lo primero que hago es abrirlos y escucharlos brevemente antes de ponerlos en otro sistema para hacerles “burn in”. Por lo general, esto es solo un minuto, solo para asegurarme de que funcionan correctamente y luego los pongo en el sistema de “burn in” durante unas 150 horas (no voy a entrar en el debate de “burn in”, simplemente no me cuesta nada hacerlo, así que lo hago y evito las discusiones al mismo tiempo que evito el “burn in” del cerebro). Cuando escuché brevemente el Peacock, que era solo con el Modi3 y el Atom, literalmente tuve que obligarme a mi mismo quitármelos unos 30 minutos después.
Tengo que admitir que en ese momento estaba escuchando los Marshall MID ANC (preparándome para la review), así que supongo que no es sorpresa que el cambio a estos fuera muy positivo, pero simplemente hice click con la música y realmente los disfruté. De hecho, lamenté mucho ponerlos a hacer “burn in” y tener que volver a los MID ANC.
Durante la semana pasada, mientras hacían “burn in”, los escuché varias veces mientras probaba el Zen Signature Stack y los encontré muy buenos con ese sistema, pero me abstuve de escucharlos demasiado hasta que pude dedicarme a ellos esta semana. Ahora, si visteis mi revisión la semana pasada, ya sabéis que terminé la semana escuchando varios auriculares Hifiman, uno de los cuales son mis auriculares favoritos, así que normalmente cualquier cosa habría sido un poco decepcionante después de esos por lo que, generalmente, me reseteo escuchando otras cosas durante un par de días. En este caso, fui directamente al Peacock y no puedo decir que me sintiera decepcionado, pero tampoco fue tan perfecto como mi primera escucha me hizo creer.
Comenzando con los subgraves, como siempre, estos desde luego que no son unos auriculares con muchos subgraves. Hay algo de caída y descubrí que el iFi Zen CAN Signature HFM era una muy buena combinación para arreglar esto, dando un pequeño impulso en las regiones más bajas (aunque el aumento en los 2 kHz que implica no fue una mejora tan grande como en otros conjuntos). Este pequeño aumento en las regiones más bajas podría obtenerse con una ecualización muy simple pero, como probablemente ya conocéis mis gustos, realmente no creo que lo necesite porque, para la música que estos auriculares me inspiran a escuchar, realmente no tienen mucho en cuanto a necesidades de subgraves.
Pasando a las frecuencias de los graves medios y altos, aquí están mucho más equilibrados. Tienen un sonido cálido y redondeado muy agradable. He disfrutado escuchando mucho blues, rock, temas sencillos de bajo y guitarra eléctrica y, por supuesto, mis selecciones acústicas habituales. Encuentro que el timbre del bajo es muy agradable y suave. Hay muchos detalles en estas regiones inferiores, pero no encuentro la sequedad que encuentro en otras planares, como en los Ananda, por ejemplo.
Para dar algunos ejemplos de mi lista de prueba habitual, básicamente disfruté cualquier cosa con un bajo natural, desde "No Ordinary Love" de Sade, "Crazy" de Daniela Andrade o "Diamonds on the Soles of Her Shoes" de Paul Simon, todos sonaba genial para mis oídos. Otras pistas que estaban más centradas en los bajos electrónicos, como "Sun is Shining" o "No Sanctuary Here" no sonaban mal, pero no parecían resaltar ese sabor natural que estos auriculares exhiben en estos rangos más bajos. Los Peacock no me inspiran realmente a escuchar EDM o Hip-Hop, aunque es cierto que no lo hacen mal.
En la transición a los medios, encontré que en algunas canciones había algo que a veces parecía extraño. No podía identificar lo que era, solo que en un par de canciones encontré que el bajo se desconectaba del rango medio. Ahora, esto era algo tan leve y tan ocasional que no estaba seguro de si lo estaba imaginando o si realmente estaba sucediendo. Lo noté en partes de “Killing in the Name” (aunque no en toda la canción) y también en “Hotel California” de The Eagles (la versión acústica), entre algunas más.
Al final hice trampa y busqué mediciones (no suelo mirar mediciones hasta después de llegar a mis conclusiones) para ver si realmente estaba escuchando algo o si solo estaba en mi cabeza. Descubrí que (según un par de gráficos) hay una pequeña caída seguida de un ligero aumento en el rango de 500 a 1000Hz. Es sólo leve y realmente no creo que sea suficiente para notarse en el 99% de las pistas que he escuchado (he escuchado mucha música en el Peacock) pero se ve que a veces coincide con ciertas frecuencias en las grabaciones y lo hace parecer más evidente. Realmente no creo que hubiera podido encontrarlo si no fuera por los gráficos, de hecho, ni siquiera está en la transición entre bajos y medios, es justo después de la transición, pero pensé que lo debía mencionar (especialmente después de mirar gráficos para asegurarme de que no me estaba volviendo loco).
En general, los medios son muy agradables. Es el tipo de rango medio que se las arregla para proporcionar muchos detalles mientras que parece relajado, sin arrojarte detalles a la cara. Las voces suenan ricas y suaves, dándoles una sensación muy íntima sin sentirse demasiado cerca como lo hacen en algo como los HD6XX. Voces como Zella Day en su versión de “Seven Nation Army” logran estar presentes sin ser abrumadoras ni duras.
Sin embargo, pasando hacia la parte superior de los medios y hacia los agudos, aquí es donde encuentro que estos auriculares se diferencian de lo que estoy acostumbrado en los planar magnéticos. Existe la caída habitual que se encuentra alrededor de 2kHz que es común en la línea Hifiman, sin embargo, las frecuencias que la siguen no regresan como si lo hacen en dichos auriculares. En vez de que los 3kHz sean más altos que la parte baja y central de los medios, los Phoenix no se recuperan de la misma manera. De hecho, la respuesta de frecuencia de los rangos más altos está en un nivel más bajo que los medios.
De hecho, el rango de los agudos es un poco extraño, parece un poco apagado, pero de una manera intermitente a veces. Esto puede hacer que el rango de agudos suene un poco brusco pero con ciertas frecuencias que atraviesan en ocasiones inesperadas. El lado positivo de esto es que el Peacock sí evita la sibilancia y la brusquedad en su mayor parte, a excepción de aquellas frecuencias que parecen aparecer en ocasiones y son algo inesperadas.
No puedo decir que odio los agudos, no son tan claros como me gustaría, pero al mismo tiempo ayuda a que estos sean un poco más relajados que otras opciones. Sin embargo, creo que algo de ecualización podría ser de gran ayuda con estos auriculares.
En cuanto a la escena, también está a mitad de camino. No es enorme y abierto como en algo como los Arya, pero tampoco parece estar demasiado cerrado. La colocación de las imágenes es muy buena, "Bubbles" tiene un toque 3D, pero lo hace de una manera que parece cercana aunque no claustrofóbica. Por ejemplo, “Letter”, también de Yosi Horikawa, tiene un buen movimiento lateral pero en realidad no se abre mucho hacia la izquierda o derecha.
Comparación con los Hifiman Arya…
Primero tengo que aclarar que esta es la versión 2020 de los Arya, no los Arya nuevos con Stealth Magnets (los reseñare en breve pronto, pero aún no los he escuchado). Si quieres saber lo que pienso sobre los Arya, puedes ver mi reseña completa de ellos aquí. También quiero señalar que estos los he estado comparando uno al lado del otro en el Asgard 3, no en el Zen CAN HFM, que creo que mejora los Arya con el HFM + XSpace activado.
Pasé al Arya después de aproximadamente 3 horas de escucha constante de los Peacock, así que obviamente las cosas me llamaron la atención de inmediato, probablemente de una manera más exagerada al principio.
Debo decir que, para estar en niveles de escucha similares, mantuve el mismo nivel en el volumen del Asgard y simplemente lo cambié a alta ganancia al pasar de los Peacock a los Arya (y viceversa), lo que significa que los Peacock necesita menos energía.
Lo primero que me llamó la atención de inmediato fue la escena abierta de los Arya. Ahora, he mencionado en muchas ocasiones que los Arya a veces pueden ser demasiado abiertos para mis preferencias, haciendo que las cosas suenen demasiado lejanas. Sin embargo, esa también es una sensación muy impresionante cuando escuchas a los Arya por primera vez y pasar a ellos desde los Peacock no fue una excepción, el escenario sonoro es enorme y hace que los Peacock parezcan muy íntimos en comparación. No digo esto como algo malo, me gusta mucho un sonido más cercano en muchas ocasiones, pero sin duda es algo a tener en cuenta si estás contemplando estos dos auriculares.
Lo siguiente que es obvio son los agudos de los Arya, que son más elevados, lo que lo convierte en un sonido más brillante pero sin perder ese poder de los graves que los Arya pueden aportar cuando es necesario. Pero al mismo tiempo, el rango inferior de los Peacock es mucho más cálido, incluso si no es más elevado en esas frecuencias que los Arya. Es la reducción en los rangos más altos lo que hace que la parte baja sea más notable en los Peacock.
Por ejemplo, al escuchar “Give Me One Reason” de Tracy Chapman, en ambos auriculares, es como si la guitarra se tocara a través de dos amplificadores/altavoces completamente diferentes. En los Arya se presenta como un tono de guitarra bastante limpio, mientras que en los Peacock se presenta como un tono mucho más cálido, como si se estuviera tocando a través de un amplificador cálido de válvulas (si eso tiene algún sentido para los que no son guitarristas, o incluso para los guitarristas). Su voz es agradable en ambos auriculares, sin embargo, los Arya parecen traerlos más hacia adelante.
De hecho, la comparación de amplificadores que acabo de hacer es bastante relevante para estos dos auriculares en general. Como bajista y amante de los tonos limpios y cálidos, diría que los Arya son el equipo limpio, mientras que los Peacock son el equipo cálido de válvulas. Cuál agradará a cada uno dependerá de sus gustos personales.
Conclusión…
Me gustan mucho los Peacock, pero me gustan por razones que no suelen ser mi principal objetivo cuando escucho o elijo unos auriculares. Los Peacock ofrecen una presentación cálida y relajada, que me ha parecido muy agradable para largas sesiones de escucha, especialmente para muchos de mis géneros acústicos y también de blues.
Hay muchos detalles, sin embargo, ese rango de agudos hace que el detalle quede un poco atrás detrás de la riqueza de la parte baja. Sin duda, es algo que me ha gustado más para una sesión relajada que para una sesión de "enfoque en los detalles".
Son unos auriculares muy bien construidos, se ven muy bien (si te gusta la madera y el oro) y funcionan muy bien en comparación con muchos otros auriculares. Incluyen accesorios de los que me gustaría que otras marcas tomaran nota, especialmente en el tema de cable, y funcionan con bastante facilidad para unos planar magnéticos tan grandes (aunque la respuesta es no, no sugiero conectarlos a un teléfono inteligente).
La pregunta si estos son para tí o no dependerá mucho más de tu gusto en cuanto a sonido que de cualquier otra cosa. Si quieres un planar magnético relajado y cálido, entonces los Peacock deberían estar en tu lista para probar. Si eres una persona que le gusta algo más limpio y extremadamente detallado, quizás prefieras otras opciones.